Actividad Semana Cero #OpenFlip

 

He iniciado esta semana con muchas dudas y expectativas respecto a lo que implica trabajar bajo el modelo de aula invertida. Mis primeras impresiones me causaron cierto escepticismo debido a que todo suena muy bien trabajado, demasiado perfecto a decir verdad. 

Pero entre más me he documentado, de verdad creo que es la mejor opción que tenemos los docentes que estamos tratando de lograr aprendizajes significativos en esta situación (la actual pandemia por COVID-19).

Este modelo, da un sentido de orden al trabajo que estamos llevando a cabo alumnos y docentes, permitiendo que nuestros chicos desarrollen habilidades de self-study que se han ido perdiendo de una manera u otra en el caso de la educación media superior (preparatoria), ya que siento que nos hemos vuelto muy maternales y hemos sobrepasado el acompañamiento que damos, al grado de no permitirles poner en práctica el conocimiento que les compartimos por miedo al error.

La aula invertida, permite a los chicos sumergirse, previo a la clase, en el contenido que aprenderán; para así compartir y consolidar durante la clase dicho conocimiento, y asimilarlo después de ella. Además, lo introduce y desarrolla en medios tecnológicos de verdadera calidad, como plataformas educativas, blogs y medios audiovisuales.

Dicho esto, el reto que enfrentamos como docentes es estar a la altura de este método, estando abiertos al aprendizaje, práctica, prueba y error; sin caer en la frustración de nuestras propias limitantes y elevando nuestra práctica a una verdadera educación de calidad bajo las actuales condiciones.